Dejamos la carretera AG41 para seguir por la AP9405, de repente, los campos de viñedos, los maizales y el esplendoroso color verde de Galicia te rodean. Cuando llegas a lugares así, los pies tienen vida propia. No quieren permanecer en el coche por más tiempo. Tienen necesidad de sentir la naturaleza, de caminar por espacios prácticamente vírgenes. Y, como no, el resto del cuerpo los ...